domingo, 1 de enero de 2012

4.1.2 Generacion de ideas


   La respuesta más simple de todas, basada en el poder de nuestro subconciente es: "De un paseo".  Cuántas ideas ha tenido usted mientras estaba haciendo aeróbicos, caminando, trabajando en el jardín, lavando los platos o manejando?.  Nuestro subconciente está procesando constantemente ideas y estímulos recibidos de manera consciente.  Una técnica útil es trabajar activamente en un problema antes de irse a dormir, permitiendo que el subconsciente se haga cargo.  Revise cualquier idea al despertar y tenga a la mano papel y lápiz cerca de su cama para anotar sus ideas.
   No hay ningún método seguro que garantice el éxito en la creación de grandes ideas.  Un método estructurado puede ser bueno, pero puede en algunos casos ser causa de fracaso y bloqueo para muchas ideas.  La verdadera inspiración no es medible físicamente ni tangible de ninguna manera concreta.
   Se considerarán métodos específicos de generación de ideas.  Sin embargo, se debe tener en cuenta que la consideración descansa en una cualidad que no puede ser medida, aunque puede ser dicernida mediante una mente debidamente adaptada.  Por ejemplo, cualquier mente que busque adaptación.  Esto es porque la creatividad no puede ser limitada, y por lo tanto, cualquier cosa con límites no puede tener creatividad.
   Para muchos artistas y creadores, en nuestra sociedad occidental, la creatividad es vista como una trea que hay que hacer.  Existe la percepción de que se requiere trabajo duro para crear las mejores obras.  Probablemente, hay grandes artistas que no necesitan excederse en el trabajo para tener éxito mientras hay otros que requieren mucho trabajo.  Esta creencia está profundamente arraigada en nuestra sociedad.
Las filosofías orientales tienen algunos componentes relativos a la creatividad, en particular el Budismo (incluido el Budismo Zen) y el Taoismo.  Se cree que no se puede crear adecuadamente partiendo del control y la ilusión de la mente.  Uno debe ir más allá de ella, más allá de su poder, y simplemente dejar la mente libre para expresar cualquier cosa que quiera.  Tan pronto como tratamos de crear, por ejemplo "hacerlo", empezamos a controlar.  Debemos aprender a aflojar el control, dejar la mente ser.  En vez de forzar cualquier cosa, dejémosla venir, o más apropiadamente, démosle la oportunidad de venir (aunque esto no funciona con todas las personas).  Este mensaje es muy similar al de Timothey Gallwey en su libro "The Inner Game of Tennis" y descrito más adelante en la sección del Cerebro de la página Creativity Web.

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